Los impactos de los rayos X en la sala de cateterismo

I – LOS RIESGOS

UNA MAYOR EXPOSICIÓN A LOS RAYOS X EN LA SALA DE CATETERISMO

Los cardiólogos intervencionistas son los que tienen la mayor exposición anual a los rayos X[1].
El uso de los rayos X durante los procedimientos de cateterismo es particularmente preocupante, sobre todo durante las exposiciones prolongadas.  Se implementan múltiples medidas para reducir la exposición del paciente, pero ¿qué pasa con los operadores? A menudo se prioriza la seguridad del paciente sobre la del operador, que merece la misma atención. Hoy puedes  salvar la vida de otros sin poner en riesgo la tuya.

Mientras que los pacientes están expuestos a los rayos X por un corto período de tiempo, el personal médico está expuesto a la radiación ionizante de manera constante y repetitiva. Cada operador realiza varios cientos o incluso miles de operaciones por año y la dosis acumulada debe tomarse en serio.

En las salas de cateterismo con un mayor número de pacientes, los cardiólogos pueden estar expuestos a una dosis anual superior a 5 msV[2], una dosis dos o tres veces mayor a la que reciben los médicos especialistas en radiología diagnóstica.

LA EXPOSICIÓN A LOS RAYOS X PUEDE PROVOCAR DOS TIPOS DE EFECTOS RADIOLÓGICOS

  • Efectos estocásticos:

Estos incluyen anomalías genéticas y por tanto, la posible aparición de cáncer. Se cree que los efectos estocásticos no están sujetos a un umbral, ya que el daño al ADN en una sola célula puede, en teoría, conducir al desarrollo de una enfermedad. Entre los efectos estocásticos se encuentran, por ejemplo, cánceres inducidos por la radiación y enfermedades de la tiroides.                     

  • Efectos deterministas:
    Estos efectos se refieren a una reacción tisular inmediata y predecible.
    Los efectos deterministas ocurren cuando la dosis recibida excede un cierto umbral. Cuantas más células se destruyan o dañen, mayor será su gravedad. La aparición de lesiones cutáneas inducidas por radiación es un ejemplo de efecto determinista[3].

UNA PREVALENCIA COMPROBADA DE MUCHAS ENFERMEDADES EN CARDIOLOGOS INTERVENCIONISTAS

Un estudio reciente[4] que comparó el estado de salud del personal expuesto a los rayos X y el del personal no expuesto encontró que los sujetos del primer grupo sufría un mayor número de enfermedades. Se establecieron diferencias estadísticas en la aparición de lesiones cutáneas, alteraciones ortopédicas, cataratas y patología tiroidea, confirmando así los resultados anteriores.

Este estudio permitió extraer nuevas conclusiones sobre la prevalencia de hipertensión y colesterol alto. Se detectó ansiedad y depresión en el 12% de los sujetos expuestos frente al 2% en el grupo de control.

Los autores sugieren que esto podría ser un efecto de la exposición hasta ahora desconocido y que podría explicarse en particular por la falta de protección de la cabeza del operador. En dosis bajas regulares, la radiación ionizante puede afectar seriamente la neurogénesis del hipocampo y la plasticidad neuronal.

LOS TUMORES CEREBRALES SE LOCALIZAN MAYORITARIAMENTE DEL LADO DE LA FUENTE DE RADIACIÓN

Matanoski mencionó el efecto neurológico potencial de los rayos X en 1975[5]. Posteriormente, en 1998, se diagnosticó un tumor cerebral en dos cardiólogos intervencionistas canadienses. Sin embargo, no fue hasta 2013, después de la publicación de A. Roguin, que sonaron las alarmas.

En su artículo, A. Roguin analizó a un grupo de 31 practicantes intervencionistas que desarrollaron un tumor cerebral. Los tumores fueron más precisamente glioblastomas multiformes, astrocitomas y meningiomas.

Los resultados mostraron que en el 85% de los casos, el tumor estaba en el lado izquierdo. La mayoría de los médicos murieron poco después del diagnóstico.

Los hallazgos del Dr. Roguin se ampliaron recientemente para analizar 12 casos adicionales, con lo que el número de médicos expuestos se elevó a 43[6]. Su estudio proporciona datos sobre 35 pacientes relacionados con la ubicación del tumor cerebral. Estos resultados confirman la prevalencia del tumor en el lado izquierdo. En la mayoría de los casos, el generador de rayos X está ubicado en el lado izquierdo del operador, exponiendo hasta dos veces más a la radiación este lado, que el lado derecho[7]. Este fuerte vínculo sugiere la existencia de una correlación entre los tumores cerebrales ubicados en el lado izquierdo y las radiaciones ionizantes a las que están expuestos los profesionales de la salud.[8].

Se debe señalar que, en razón a la cantidad limitada de casos estudiados, estos datos solo están destinados a servir como base para la especulación sobre una correlación directa entre la irradiación y el desarrollo de un tumor cerebral.

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[1] Picano E., et al., The Radiation Issue in Cardiology: the time for action is now. Cardiovasc Ultrasound 2011 Nov 21, 9:35.

[2] Sun Z. et al., Radiation-Induced Noncancer Risks in Interventional Cardiology : Optimisation of Procedures and Staff and Patient Dose Reduction.

[3] Sun Z. et al., Radiation-Induced Noncancer Risks in Interventional Cardiology : Optimisation of Procedures and Staff and Patient Dose Reduction. BioMed Res Int, 2013.

[4] Andreassi MG, et al., Occupational health risks in cardiac catheterization laboratory workers. Circ Cardiovasc Interv. 2016 Apr;9(4).

[5] Matanoski GM, et al. The current mortality rates of radiologists and other physician specialists: specific causes of death. Am J Epidemiol. 1975;101(3):199-210.

[6] Roguin A., Radiation and your Brain: possible measures to reduce radiation in your cath lab. Endovascular Today Vol. 15, No. 8 August 2016.

[7] Picano E. et al., Cancer and non-cancer brain and eye effects of chronic low-dose ionizing radiation exposure BMC Cancer 2012, 12:157.

[8] Picano E. et al., Cancer and non-cancer brain and eye effects of chronic low-dose ionizing radiation exposure BMC Cancer 2012, 12:157.